La organización ETA anunció ayer a través de un video un alto el fuego para "poner en marcha un proceso democrático". Esta noticia recorrió el mundo y es difundida en los principales medios de comunicación. A pesa, de este anuncio fuentes del Gobierno, que han expresado su cautela ante el comunicado, han asegurado que el comunicado es "claramente insuficiente" y además supone "un revés" para la izquierda abertzale "porque no cumple sus expectativas", ya que también los radicales esperaban un paso más de la banda terrorista. Antes de que se hiciera pública la decisión de ETA, el Gobierno ya había anunciado que el único anuncio que esperaba de ETA era el que dijese que dejaba las armas y abandonaba definitivamente la violencia.
Sin embargo, esta noticia no le sorprendió al Gobierno ya que meses anteriores se venía hablando de la posibilidad de que los terroristas vendieran una tregua con vistas a las elecciones de 2011 y que en teoría iba a ser verificable por instancias internacionales. Ésta no lo es. La banda no se pone plazos y además renuncia a matar, pero no a hacer acopio de armamento ni a las extorsiones a empresarios. Humo, como este domingo coincidieron en definirlo partidos políticos, sindicatos policiales y asociaciones de víctimas.
ETA ha confirmado el cese de su actividad terrorista en España desde el 9 de agosto de 2009. Ese día cometió su último atentado, una cadena de pequeñas explosiones en distintos locales públicos de Mallorca. Unos días antes había asesinado en la misma isla a los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá Lezaún. No obstante, su último atentado mortal fue el del policía francés Jean-Serge Nérin, el 16 de marzo de este año en Dammarie-lès-Lys (Francia), tras un asalto de un comando etarra a un concesionario de autos.
Declaración Unilateral
Sin embargo, esta noticia no le sorprendió al Gobierno ya que meses anteriores se venía hablando de la posibilidad de que los terroristas vendieran una tregua con vistas a las elecciones de 2011 y que en teoría iba a ser verificable por instancias internacionales. Ésta no lo es. La banda no se pone plazos y además renuncia a matar, pero no a hacer acopio de armamento ni a las extorsiones a empresarios. Humo, como este domingo coincidieron en definirlo partidos políticos, sindicatos policiales y asociaciones de víctimas.
ETA ha confirmado el cese de su actividad terrorista en España desde el 9 de agosto de 2009. Ese día cometió su último atentado, una cadena de pequeñas explosiones en distintos locales públicos de Mallorca. Unos días antes había asesinado en la misma isla a los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá Lezaún. No obstante, su último atentado mortal fue el del policía francés Jean-Serge Nérin, el 16 de marzo de este año en Dammarie-lès-Lys (Francia), tras un asalto de un comando etarra a un concesionario de autos.
Declaración Unilateral
Se trata de una declaración atípica de alto el fuego respecto a treguas anteriores (es la undécima en 42 años de historia). No precisa, por ejemplo, si la tregua es permanente y verificable por instancias internacionales como le viene reclamando la izquierda abertzale desde marzo. Tampoco pone condiciones, pero está lejos de lo que le reclama el Gobierno y los partidos democráticos: el cese definitivo de las armas. Evidentemente, es el primer comunicado de un proceso de explicaciones y aclaraciones que materializará por dosis.
Pero el alto el fuego proclamado ayer por ETA tiene otra peculiaridad importante respecto a procesos anteriores: su unilateralidad. ETA ha tomado la decisión sin haberse comprometido previamente con el Gobierno u otros partidos. En la última tregua, la de 2006, declaró el alto el fuego después de haber pactado algunos compromisos con el Ejecutivo socialista. La penúltima, la de Lizarra, en 1998, la declaró tras haber pactado previamente con el PNV y EA una actuación común en la política vasca.
Pero el alto el fuego proclamado ayer por ETA tiene otra peculiaridad importante respecto a procesos anteriores: su unilateralidad. ETA ha tomado la decisión sin haberse comprometido previamente con el Gobierno u otros partidos. En la última tregua, la de 2006, declaró el alto el fuego después de haber pactado algunos compromisos con el Ejecutivo socialista. La penúltima, la de Lizarra, en 1998, la declaró tras haber pactado previamente con el PNV y EA una actuación común en la política vasca.
En esta ocasión, la banda ha tomado la decisión unilateralmente, bajo la presión de la izquierda abertzale, y tras una situación inédita de debilidad por el acoso sistemático de la colaboración internacional con las fuerzas de seguridad españolas, que desde que la organización rompió su última tregua han desarticulado todas sus cúpulas y sus comandos más operativos.
Sin duda, esta noticia impacto en el mundo y generó muchas expectativas en el proceso democrático que se está viviendo en España.
Fuente de información El Mundo, El País, Libertad Digital, El Semanal Digital
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