lunes, 6 de septiembre de 2010

El doble soñado de Ginóbili contra Serbia

Emanuel Ginóbili siempre recordará el doble con el que definió el partido ante Serbia en el último segundo en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. “Fue el mejor doble de mi carrera, no habrá ninguno igual”, había comentado el partido el líder de la generación dorada al diario Olé, cinco años después del histórico tanto.

No era para menos: apenas quedaban 3.8 segundos cuando Argentina había quedado un punto abajo, tras un tiro libre encestado por Tomasevic. Y Manu recibió el pase preciso de Alejandro Montecchia con apenas 5 décimas para el final del partido. “Una jugada que en el 80% de los casos no sale porque hay que tirar bajo presión y desde lugares muy difíciles”, destacó en su momento el sitio español mundobasquet. Ginóbili fue más extremista al referirse a aquél doble: "Si hago diez veces ese tiro nunca va a entrar tan limpita".
Aquella jugada en la que Ginóbili selló el 83-82 final es la imagen del título olímpico en tierras griegas. Había sido el debut en el torneo, precisamente ante el rival que dos años antes –bajo la denominación de Yugoslavia- le había arrebatado el campeonato mundial de Indianápolis en tiempo suplementario.

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